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No podíamos dejar pasar la oportunidad de preguntarle a Manu sobre cómo había visto la evolución de la CWSC y cómo esta evolución refleja el cambio que hemos vivido en el sector.
Primeros años: 2012-2014
Entre 2012 y 2014 las conferencias se repartieron entre Madrid y Barcelona. Desde la primera edición que “[El primer año] fue súper experimental. La monté desde Estados Unidos y regresé prácticamente un mes antes de la conferencia” con cien asistentes y temáticas bastante básicas: “se hablaba de cosas que a día de hoy damos por sentadas como diseño, colaboración, formas de trabajar, etc.”. A nivel de formato eran todo paneles y talleres en el segundo día que mezclaban contenido en formato de unconference con talleres curados por la organización. A partir de ahí la evolución siguió un curso natural en el que se invitaron a nuevos stakeholders como Repsol o Correos que estaban experimentando con el concepto así como instituciones públicas. El contenido creció y ya en 2014 se ofrecían muchos más talleres entre los que elegir a la vez que también se iban formando las señas de identidad de la conferencia en la que se trataba de que la comida fuera algo más que gente comiendo en grupitos reducidos y que se convirtiera en una parte importante del networking de la conferencia. En estos años el público era en su mayoría de pequeños espacios de todo el ámbito nacional pero habían asistentes también del sector público o de algunas empresas que de manera muy puntual tenían curiosidad por el sector. Pasamos de unos cien asistentes en la primera edición a doblar esa cantidad dos ediciones más tarde en un entorno en el que el coworking no era la industria que es ahora y no se hablaba casi de negocio sino de impacto social y de beneficios a las personas mientras el coworking era todavía un sector desconocido para la mayoría de personas.
Transición: 2015-2017
Las ediciones de 2015 a 2017 son una época de transición. Los espacios empezaban a evolucionar pero aún no teníamos ejemplos en Europa de éxito rotundo. Era aquella sensación de que algún proyecto lo cambiaría todo pero no acababa de llegar nunca ese momento.
En estas ediciones de Valencia, Barcelona y Sevilla respectivamente se llevó el contenido a otro nivel. Se eliminó la unconference “porque no teníamos control sobre la calidad del contenido” y se intentó trabajar con distintos tracks de distintos niveles de complejidad y “pasamos de paneles a keynote para tratar de obtener más profundidad con los temas que se trataban y tener más variedad de formatos. En este sentido también se crearon formatos como en /uno contra todos/ en el que una persona polémica del sector responde preguntas anónimas del público. De hecho, también incorporamos en 2017 un primer track de coliving, siendo la primera conferencia del sector que incluyó ese contenido más allá de un panel puntual.
"También empezamos a traer a personas que habían dejado el sector, porque éramos conscientes de que era un fenómeno que acababa de empezar pero que cada vez se daría con más frecuencia por la evolución del sector”.
En estos años “empezamos a tener ponentes internacionales y continuamos con algunas ponencias de grandes empresas como Endesa, pero creo que lo más importante es que en estos años de transición nos movimos con la industria hasta lo que el coworking sería después. Uno de los hechos curiosos que se produjeron fue el momento de pánico generalizado (para la sorpresa de algunas personas veteranas del sector) cuando Manuel explicó en la edición de 2017 que el aterrizaje de WeWork en España era inminente, algo que en los círculos inmobiliarios de Madrid era un secreto a plena voz desde hacia casi un año".
Madurez: 2018-2019
En la edición de 2018 se materializó aquello que se había venido gestando en las ediciones anteriores. “Teníamos ponentes que nos hablan del punto de vista de un inversor, de proptech, o contamos con IWG para dar una keynote a la vez que teníamos contenido comunitario o más dedicado a espacios independientes que siguen formando parte de la columna vertebral de la conferencia. Alicante (2019) ha sido hasta la fecha la mejor conferencia que hemos hecho. Vino todo el mundo, y sabemos que cuando no se hacen en Madrid o Barcelona es más complejo. Teníamos un track completamente doblado al inglés. Hicimos un esfuerzo extra para conectar con stakeholders del coworking en Europa e invitarles a participar de la experiencia de asistir a una CWSC y creo que logramos que se sintieran como en casa. También incorporamos un evento fuera de programa que proporcionaba formación adicional a las personas que estaban iniciando su andadura en el mundo del coworking”.
Durante la fase anterior se había trabajado en las lineas de contenido, los formatos, etc. Ahora era el momento de abordar aspectos como la “off-conference”. Manu y su equipo se pusieron manos a la obra para estructurar esta faceta de la conferencia que hasta esa edición había funcionado de manera orgánica con la ayuda de nuestros compañeros de WiC en Sevilla. “Organizamos una cena el día 0 {la mayoría de asistentes suele llegar el día antes por la noche} y aprovechamos un evento que debíamos realizar por el compromiso con las autoridades locales para organizar una cena informal con todas las personas asistentes”.
En estos años logramos que sea la conferencia para todas las personas del sector, que sea la conferencia que refleje la pluralidad de un sector que se está transformando a gran velocidad.
La era pandémica / 2020 y 2021
“2020 tenía que ser el año pero obviamente las cosas no fueron como estaban planeadas.
A principios de marzo, antes de que se declarara el estado de alerta estuvimos debatiendo mucho sobre qué debíamos hacer. Decidimos cancelar la conferencia física aunque no sabíamos muy bien qué hacer: optar por el online, hacer una edición tardía en otoño… El tiempo obviamente nos dio la razón pero en aquel momento, sabiendo lo que sabíamos, fue arriesgado y alguna de las personas más fans de la CWSC nos dijeron en petit comité que estábamos exagerando”.
Finalmente la edición de ese año vino en formato de charlas online durante el periodo de primavera verano de 2020 y un evento en diciembre con el soporte del Ayuntamiento de València. “Improvisamos, creíamos que la gente necesitaba más que nunca la conferencia y tratamos de aportarles contenido en esos momentos tan difíciles”.
"Se hablaba de COVID-19 porque básicamente nadie hablaba de otra cosa".
Una de las innovaciones fue incorporar una taquilla inversa en la que las personas podían hacer una aportación para ayudar a soportar los costes de la producción.
“Debatimos mucho sobre qué era lo correcto (en 2021), qué se podía hacer y qué no. Finalmente decidimos optar por una conferencia online que era la que estábamos seguro que se podría celebrar”.
El resultado de la conferencia se empezará a conocer en breve cuando las sesiones se empiecen a subir al canal de Youtube de CoworkingSpain {el contenido fue privado durante dos meses}. “A principios de año aún había incertidumbre y pese a esto una parte de la comunidad nos ha dado soporte de una manera que nos ha tocado y no han sido sólo veteranos/as, ha habido personas que jamás habían asistido a una CWSC pero se sintieron respaldadas por las charlas online de 2020 y en 2021 compraron una entrada”. Los sponsors también merecen una mención especial porque han estado a nuestro lado en una condiciones que podríamos decir que no son las mejores”.
El sabor de la conferencia sin embargo es agridulce “el online es una mierda: la gente busca networking. Las charlas son sin duda uno de nuestros valores pero la comunidad de managers quiere encontrarse, compartir y comentar sus problemas diarios”. En cuanto al contenido “tuvimos el reto de reducir a ocho las sesiones porque pensamos que lo mejor para que las personas pudieran seguir la conferencia sin que entrara en conflicto con su vida diaria era hacer dos charlas por semana en dos días distintos durante un mes. Tuvimos a tres de los players más importantes del país discutiendo si había o no un guerra de precios, otro panel con tres stakeholders muy importante del mercado latinoamericano. Una edición enfocada a la industria pero sin olvidar a los espacios independientes, el clásico mix de la conferencia”.
Algo muy especial para todo el equipo de la CWSC ha sido realizar por primera vez un panel en el que se habla de acoso en coworking, cómo prevenirlo y actuar en caso de que se denuncie una situación de acoso. “Esperamos que otras conferencias alrededor del mundo nos imiten y pongan este tema tan delicado sobre la mesa como lo hemos hecho nosotros/as porque no hablar de ello no va hacerlo desaparecer”.
No conseguiremos que Manuel nos diga dónde se celebrará la edición de 2022 que espera que sea física. “No puedo contar demasiado, aún es pronto para poder asegurar nada. ¿Qué sabemos? Queremos que venga mucha gente {si la situación lo permite}, dar protagonismo a todas las personas que vienen al evento y no quedarnos sin escuchar a nadie”. Una afirmación ambiciosa.
Solo nos quedan dos preguntas para hacerle a Manu: ¿qué nos puedes contar del futuro del trabajo? y ¿qué es aquello que nunca le han preguntado?
“El futuro del trabajo es lo que estamos viendo hoy pero con menos incertidumbres y más organizado. El trabajo remoto es una realidad pero creo que el enfoque actual es incorrecto. El coworking surgió de la necesidad de los freelancers que no querían trabajar desde casa. Creo que trabajar desde casa es un auténtico infierno. Muchas casas no están preparadas, y aunque la empresa te quiera mandar una mesa, una silla y te paguen internet la realidad es que en muchas muchas casas no tienes espacio para tener un despacho. Sinceramente, creo que todo esto {después de un tiempo} acabará en un budget para que los empleados/as elijan el espacio que quieran a la vez que la empresa podrá garantizar que el espacio sea ergonómico y cumpla con todos los requerimientos laborales. Creo que en un entorno de trabajo las personas son más eficientes y rinden más. Las empresas se tienen que dar cuenta de esto y a la vez darse cuenta de que los trabajadores/as no quieren volver a las oficinas de antes. Sin embargo, esto va a tomar tiempo en el que los responsables de las empresas tienen que entender que existe una vía intermedia entre trabajar en la oficina de la empresa o trabajar desde casa {a coste cero} como opción.
"Lo que nunca me han preguntado es ¿qué cambiaría? y la respuesta es que no habría creado CoworkingSpain lo habría llamado world coworking: haría lo mismo que he hecho pero con un enfoque internacional desde el principio". No sabremos qué habría ocurrido, pero de lo que podemos estar seguros es que pase lo que pase eso pillará a Manuel en el lugar correcto, con la actitud correcta y preparado para lo que sea.
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