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Si le pides a Ernesto De Olazával Co-Founder y CEO de Comunal que se defina en una frase es posible que te responda “deberías pedirle a mi esposa que lo resuma”.
Después de esto desgrana, de más a menos, hasta que lo consigue definirse en pocas palabras: “Casado, padre de tres hermosos hijos y emprendedor a full-time desde hace 5 años” así se define en una sola frase a Ernesto De Olazával. “Creo que la parte personal importa mucho, sobretodo esta época de pandemia y crisis nos ha hecho revalorar y recalibrar nuestras vidas. Estoy casado con Michelle y tengo tres hijos, Joaquin y dos mellizas que nacieron pocos meses antes de la pandemia. Ha sido un reto estar tantos meses encerrados pero bonito porque he podido disfrutar de sus primeros meses que se sienten que pasan muy rápido. Si hablo de la familia es porque en verdad es la parte fundamental para todo emprendedor: sin una familia que te apoye y que te de soporte en esta aventura de idas y vueltas, de subidas y bajadas del emprendimiento creo que la cosa no avanza”.
En la parte profesional, Ernesto nos habla de su background en el mundo corporativo: “trabajé 12 años para P&G en la única entrevista de trabajo que he hecho en mi vida”. Su trabajo para esta corporación le permitió desarrollar una amplia visión del mercado latinoamericano en su conjunto, así como de las peculiaridades de cada país y ciudad, entre ellos destacan los dos mercados más importantes de la región (también en cuanto a coworking) México y Brasil.
Durante esta etapa de su vida, en las noches y los fines de semana se embarca en distintos emprendimientos: “hice un restaurante con unos amigos, me metí en el mundo del real state… y una de las cosas a las que terminé llegando fue a hacer un coworking. De hecho uno de mis amigos propuso la idea y nos lanzamos a hacerlo”.
Llegó un momento en el que esos emprendimientos crecieron y él era muy consciente que debía dar el paso: “me di cuenta que no se puede hacer todo bien: tener una familia bien balanceada, trabajar en una corporación y tener un emprendimiento. Así que renuncié y me dediqué a mis emprendimientos. Y dentro de ellos me enfoqué específicamente en Comunal”.
Ernesto dejaba P&G en 2015. Comunal fundado dos años antes en 2013, siendo uno de los espacios de coworking pioneros de Perú.
Si visitas la sección ¿En qué creemos? de la web de Comunal te recibe un mensaje que no puede ser más inspirador:
“Creemos en la cocreación de un futuro mejor” y justo debajo podemos leer “Espacios + Personas = Comunal”.
Para mí esto define la esencia de Comunal y, en cierta manera, es el reflejo de cómo Ernesto enfoca las cosas (además de su background en marketing, por supuesto): inspiración pura seguida de una definición tan absurdamente básica que es cautivadora. Sin embargo, si me conocéis sabéis que es imposible que no preguntara sobre lo que coworking significa para Ernesto y qué cambios ha experimentado esta filosofía desde ese ya lejano 2013 hasta la actualidad.
“Iniciamos con una sola ubicación en Lima. Teníamos solamente capacidad para 25 personas. Estábamos en Barranco, la zona más hipster, más bohemia, de Lima en aquel momento… fue un muy buen lugar para iniciar”. Coincido: hoy el sector es muy distinto pero en aquella época los espacios que destacaban en los distintos mercados se habían creado en zonas que tienen las mismas características que Barranco.
A finales de 2020 Comunal tiene 3500 escritorios y, como Ernesto nos cuenta, pasar de un punto a otro representa un gran reto “más allá de los retos operacionales o de ventas que son los típicos de un negocio, el auténtico reto es mantener la esencia. Es mantener la magia de los espacios pequeños, esa magia que tiene que el dueño esté ahí con un equipo pequeño que entiende la cultura, la vida y que la transmite a cada una de las 25 personas que teníamos…¿Cómo puedes lograr que eso no se pierda en ese camino de crecimiento?”
La respuesta que ha encontrado a este desafío pasa por humanizar los espacios de trabajo, por conseguir que el espacio no sólo sea una oficina bonita sino que además las personas que forman parte (los comuneros) logren una conexión con el personal de Comunal.
“Como fundador parte de mi trabajo es asegurarme que esa magia no se pierda. Una parte del carácter diferencial, que el coworking tiene dentro de la industria del real state, es que humanizamos los espacios de trabajo, incluyendo un componente de servicio dentro de un sector que históricamente había sido muy frío. Nosotros vendemos un servicio, una experiencia”.
Uno de los factores que suelo peguntar en esta serie de conversaciones que tengo con distintos operadores es qué momento ha supuesto un reto mayor para ellos cuando se han expandido, que cambio de escala ha sido más complejo: crecer en un mismo espacio, gestionar dos o dar el salto a otra ciudad o país. Su reflexión nos abre la puerta a otro de los puntos clave en el respeto a las otras personas y sus proyectos. Lejos del go big or go home que muchos tienen como mantra, Ernesto señala que al final todo depende de lo que tú quieras conseguir: que meta quieras alcanzar. No hay sola una.
“Nosotros creíamos que al tener una cadena de espacios en la ciudad generábamos este efecto de red que no solo como negocio te permite aplicar economía de escala en tus costes, conseguir mejores espacios y mejores precios en las mejores ubicaciones, sino que además tu comunidad es más grande y diversa. Con esos dos ingredientes logras tener mayores beneficios para la misma”.
Cuando empezaron su expansión fueron inaugurando sedes en distintos distritos de la ciudad de Lima para poner a prueba el modelo y demostrar que funcionaba, “fuimos avanzando desde el distrito más bohemio hasta el financial district y en ese crecimiento fuimos aprendiendo a adaptarnos a cada tipo de cliente:
“Aprendimos a cómo vestirnos para hacer los tours, cómo hacer la web o cómo hacer el interiorismo, siempre respetando la esencia de la marca, pero si teníamos el objetivo de ser una cadena con presencia en todas las ubicaciones de la ciudad teníamos que entender al cliente de cada ubicación”.
“Son dos caminos distintos, tengo amigos y conocidos que tienen una sola ubicación, tiene magia y tiene un espacio en el mercado. Para mí hoy la propuesta de Comunal en el mercado hace muy difícil atraer a un freelancer. Un coworking con una o dos ubicaciones tiene más chances. ¿Por qué? Porque claramente en ese espacio el sentido de comunidad es mucho más fuerte y un freelancer que está sólo necesita de eso”.
Y no puedo dejar de admirarme, por primera vez, un CEO de un gran coworking me admite eso de manera pública. Para ellos, nos cuenta, fue una elección estratégica. Y en mi opinión, la estrategia consiste en entender que tomar decisiones implica “trade-offs”: cuando apuestas por algo estás renunciando a otra cosa. En el caso de Comunal ellos perdieron a los freelancers pero ganaron el posicionamiento y la orientación que les permite atraer a medianas y grandes empresas. “Eso también hizo que migremos a quien le hablamos. No podemos ser atractivos para todos los clientes”.
En Comunal hoy están enfocados en corporaciones y en medianas empresas, pero siempre buscan mantener startups. ¿La razón?
“Las startups son parte de la esencia de la marca, son parte de la propuesta de valor de Comunal. Parte de nuestros objetivos consiste en empujar el ecosistema de emprendimiento y lo hacemos a través de los espacios y el network entre ellos, la generación de comunidades. Es algo que por más que crezca Comunal nunca lo va a perder”.
Continuará en la segunda parte del articulo.
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¡Feliz Coworking!