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¿Más que un espacio de coworking? El ecosistema Go Madrid

Marc Navarro
Jun 15, 2021
¿Más que un espacio de coworking? El ecosistema Go Madrid

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Arancha Riestra se define como una soñadora con los pies en el suelo. Una persona que siempre ha querido vivir fuera de su zona de confort, que trata de aportar al equipo y a la sociedad pero sin olvidarse de seguir creciendo a nivel personal. Apasionada por los viajes y por el diseño siempre ha tratado de tener a su alrededor situaciones, vivencias y personas que la inspiren a hacer cosas distintas. Aunque es arquitecta cree que “una profesión no te define, es la etiqueta con la que nos identificamos en sociedad para simplificarlo pero realmente no me define como persona, me identifico mucho más con la etiqueta de diseñadora porque el diseño es mi vocación”.

“Llegamos al coworking por casualidad. En 2016 volvíamos a casa después de pasar unos años trabajando en el extranjero y queríamos crear algo que habíamos visto pero que en España no existía: un ecosistema de personas centradas en tecnología blockchain”.

El coworking era en cierta manera la excusa, porque creía, y sigo creyendo, que el networking y la comunidad se tiene que trabajar cara a cara, en persona. Por eso era imprescindible tener un espacio físico.

“Creíamos que el coworking era el vehículo perfecto para desarrollar una comunidad de este tipo, en general los perfiles tech están acostumbrados a teletrabajar y suelen ser poco sociales y más bien introvertidos. Tienen necesidades distintas a otros profesionales. Por eso creíamos que el coworking era la mejor opción para crear un hub donde las personas pudieran estar en contacto entre ellas, conocerse y ayudarse: tenía que ser algo más que un sitio donde ir a trabajar”.

Un evento en Go Madrid (pre-pandemia)

Y así nació Go Madrid, un ecosistema tecnológico focalizado en blockchain en pleno centro de la ciudad. El porcentaje de personas que no eran del sector, nos cuenta Arancha, era muy pequeño: las personas que sólo buscaban un espacio para trabajar tenían opciones más económicas alrededor.

Go Madrid era el sueño de unos emprendedores que volvían a su país y que querían encontrarse en una comunidad de personas con intereses afines a los suyos. Para conseguirlo empezaron a realizar una media de tres eventos por semana.

“Nuestros eventos siempre eran gratuitos para el asistente y para los ponentes: no cobrábamos a los asistentes y tampoco pagábamos a los ponentes. Lo que pretendíamos era evangelizar sobre la tecnología que necesitábamos. De hecho, teníamos cuatro ramas de eventos centradas en las temáticas que interesaban a las personas que queríamos atraer y en dos años pasaron por el espacio más de dos mil personas”.

Conseguimos crear el ecosistema pero nuestro fallo fue que nunca planteamos Go Madrid al 100% como un coworking: ese fue, quizá, nuestro fallo.

No podía dejar de preguntar sobre esta muestra espontánea de sinceridad y humildad: “si montas un coworking debes centrarte en montarlo y nosotros priorizamos el ecosistema. Si una persona llegaba al espacio, era interesante para el proyecto, aportaba a la comunidad y tenía una situación personal que no le permitía afrontar los costes entraba gratis. Esto, aunque a veces esa persona atraía a otra gente, obviamente perjudicaba al negocio de coworking”.

Nunca estuvimos en pérdidas pero si nos hubiéramos centrado habríamos escalado mucho antes.

En febrero de 2020 Go Madrid estaba en, tal vez, el momento más dulce de su historia: dejaban marchar a un equipo de veinte personas porque no tenían espacio pese a que tenían previsto duplicar su superficie sumando la planta que había quedado libre justo encima de la que ocupaban, debía inaugurarse casi al 100% con los equipos grandes que les llegaban más el crecimiento de los equipos que ya estaban en el espacio.

Los eventos una parte esencial de go Madrid

“Y entonces llegó el COVID-19. No podíamos abrir pero tampoco podíamos cerrar porque éramos la sede de las empresas que trabajaban desde allí, y tampoco podíamos hacer un expediente de regulación temporal de empleo. Fue muy triste”.

Aunque algunos de los miembros trataron de ofrecer soporte al proyecto su ayuda no era suficiente:  como en tantos otros casos la colaboración del casero era esencial dado que el alquiler ascendía a quince mil euros mensuales para un espacio que no superaba los 500m2.

“Hablamos con Allianz Seguros {propietaria del edificio} y les ofrecimos distintas opciones para tratar de afrontar la situación y dado que teníamos previsto ampliar creíamos que podríamos encontrar un acuerdo que funcionara para ambos”. La respuesta que recibieron del propietario fue que “Allianz necesita todos los alquileres para sobrevivir. Lo que tenemos claro es que les propusimos distintas soluciones pero se negaron encontrar una hasta el punto que tuvimos que cerrar en julio ya que no nos dejaron rescindir el contrato antes. Fue una situación en la que el pez grande se come al chico: quien salió perjudicado no fue una gran empresa sino un ecosistema de emprendedores y no entiendo muy bien qué ganaron porque esa planta quedará vacía por muchos años”.

Esta, sin embargo, no es una historia con final triste: siempre he creído que en el sector del coworking trabajan personas increíbles, pero también es cierto que históricamente tiene ciertos problemas de retención de talento. La historia de Arancha creo que ilustra esta situación que lleva años repitiéndose pero de la que hablamos muy poco.

“He seguido diseñando, he seguido ayudando a la gente que tengo alrededor”.

El proyecto que ocupa la mente y el alma de Arancha {aparte de algún pequeño proyecto personal} es Toqio y el trabajo que realiza está relacionado con el aprendizaje que tuvo cuando gestionaba personas en Go Madrid o como las que construían los edificios que diseñaba.

“Trabajo con personas, creo un equipo con distintas habilidades, percepciones y trasfondos distintos y luego consigo que trabajen juntas. Puedo mezclar todo lo que he aprendido en el coworking, diseñar el entorno y controlar las situaciones para hacer que la gente se sienta bien. Lo cierto es que no ha sido fácil porque soy muy pasional y esto, por ejemplo, cuando trabajaba en el Reino Unido me trajo problemas”.

¿Pero qué opina Arancha del coworking ahora que ha tomado una cierta distancia? “El coworking ha sido un sector muy apaleado en nuestro país, que no ha recibido ningún tipo de ayuda y creo que el coworking ha hecho un buen trabajo, sobre todo en 2020, en flexibilizar sus condiciones y tratar de ayudar. Queda mucho trabajo pendiente por hacer, y aunque no me gustaría ofender a nadie creo que (desde el coworking) no se está analizando el teletrabajo de manera objetiva: no se trabaja ni menos ni peor. Este tipo de discurso creo que denota que están más preocupados por salvar el momento que por reinventarse y me parece algo imprescindible en un futuro que va a ser distinto a lo que hemos vivido”.

El futuro, sin embargo, tiene buena pinta.

“He invertido en coliving y sigo creyendo en el coworking como yo lo entendía: que no es un business center. Sigo creyendo en el coworking de nicho, especializado. Creo que los espacios de coworking con foco son esenciales y seguirán teniendo éxito y sacar una tortilla a las 11 no te focaliza: necesitas crear ecosistema".

Pero a todo esto: ¿qué ha pasado con Go Madrid? “Go Madrid no se ha acabado: el coworking se ha acabado. Creamos el ecosistema que sigue estando ahí y que se podrá reactivar de una u otra forma cuando esto (COVID-19) pase y la gente sienta la necesidad de hacer un detox digital nos podremos juntar otra vez y volver a crear comunidad, tomarnos un café y reír juntos otra vez”.

Pero ¿por qué no han migrado a digital cuando estaban claramente capacitados para ello? Lo cierto es que la respuesta es simple: “no creo en los eventos online. Creo en la educación online, puedes hacer un training y aprender, pero no puedes hacer networking con personas las que no conoces”.

Y mientras esto pasa Arancha como coworker de otro espacio repasa aquello que hizo bien desde el otro lado mientras sigue trabajando para las personas y ve la industria del coworking desde el otro lado como coworker.


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Feliz Coworking!

Marc Navarro

Coworking and organization consultant. Content Director of the CoworkingSpain Conference. Created the coworking with social return concept.