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La primera cara que verás cuando llegues a Locus es la de Eva Sanz que te recibirá con una enorme sonrisa cuando llegues a este pequeño coworking en Praga. Empezaremos esta historia de la misma manera que empieza una visita a Locus, con la historia de como esta Community Builder española llegó a trabajar en un coworking en Praga.
Eva, después de estudiar traducción e interpretación y hacer un máster en turismo -que queda claro cuando la oyes hablar que es su pasión- emprendió un proyecto en este sector hasta que llegó la pandemia. En ese momento su pareja encontró trabajo en Praga y Eva decidió acompañarle y "buscarme la vida allí". Sin embargo Eva conocía el programa de la Unión Europea Erasmus para Jovenes Emprendedores y fue ese programa el que la puso en contacto con Mathias Vanluchene actual propietario de Locus.
"El programa pone en contacto a emprendedores que están empezando con otros que ya tienen proyectos en marcha: para uno es la oportunidad de tener mano de obra financiada por la EU y para el otro es la oportunidad de ver la realidad de una empresa desde dentro."
Eva miró la lista de proyectos y fue Locus el que le llamó la atención: "el checo es difícil de hablar y Locus tiene como primer idioma el inglés por lo que pensé que pensé que era el lugar ideal por ser un entorno internacional en que conocería a mucha gente y porque en experiencias previas en Madrid había trabajado desde espacios de coworking y conocía el sector como cliente y era algo que me atraía."
La historia a partir de ahí es bastante simple: tienes una Community Builder a la que le encantan las personas en un ambiente internacional que es lo que le apasiona, y que es prácticamente lo primero que te cuenta cuanto empiezas a hablar con ella, y por otro lado tienes a Mathias quién compró Locus en plena pandemia de su fundador y anterior propietario Will Bennis, Ph. D.
La historia de Mathias con el coworking es algo más larga. Después de años intentado ahorrar costes trabajando desde casa y algunos cafés decidió probar ir a un espacio de coworking para mejorar sus rutinas: "me costaba trabajar y al final decidí probar varios espacios de coworking, entre ellos Locus, y me sentí tonto de no haberlo probado antes. Si, me costaba más dinero pero era mucho más productivo y merecía 100% la pena."
Durante años Mathias trabajó desde Locus haciendo marketing como freelance y tenia un pequeño proyecto turístico que empezó porque sentía que necesitaba un cambio: "quería hacer algo que me tuviera más en contacto directo con la gente." Y fue en ese momento cuando se enteró de que Locus estaba en venta.
"Era plena pandemia, había dejado los tours y tenía buena relación con el propietario del espacio y hablé con él. Me costó un poco decidirme porque, aunque estaba convencido de que el coworking sería aun mas importante en el futuro tenía dudas sobre cuanto duraría la pandemia."
Mathias tuvo días buenos y malos, días llenos de dudas y días en los que estaba convencido de que todo iría bien. Tomó la decisión y no se arrepiente de ello porque nos cuenta con una sonrisa en la boca que a estas alturas parecen contagiosas en Locus, que su vida ha mejorado mucho.
¿Pero qué tipo de espacio es Locus? "Locus Workspace es un espacio de coworking en el que el inglés es el primer idioma y está pensado para ayudar a autónomos, trabajadores remotos, nómadas digitales y profesionales independientes de su ubicación a dar lo mejor de sí mismos." Esto es lo que nos cuentan en su web i fue casi un clon de la descripción que me ofreció Mathias. Esta descripción te puede parecer un tanto genérica: la de cualquier espacio de primera generación dirigido a freelancers pero lo cierto es que, creo, hay que los tres elementos que combina son evidentes en cuanto pisas el espacio: entorno internacional (con miembros de 24 nacionalidades distintas), trabajadores independientes, y un ambiente de silencio que ayuda a la concentración y la productividad.
"Somos un espacio social pero nuestro objetivo es que la gente sea productiva" comenta Mathias haciendo mención a su slogan work better. "Al tener una comunidad tan internacional lo normal es que el idioma principal del espacio sea en inglés y eso también hace que para nosotros sea muy fácil contratar a personas de cualquier parte del mundo." Y es en este punto en el que vuelve a entrar en escena el papel de Eva en esta historia. Mathias nos cuenta que el hecho de que Eva sea Española pone las cosas muy fáciles: "sois muy sociables y abiertos". Eva añade "el hecho de que hablemos en inglés hace que las personas que lleguen a Praga, como me pasó a mi, se sientan acogidas de entrada porque aquí el inglés es el primer idioma" La realidad es que entiendo el razonamiento: cuando llegas a un entorno en el que tu hablas el idioma principal te sientes integrado desde el minuto cero. Cuando todos deben cambiar el idioma para que tu puedas formar parte de la conversación acabas sintiendo que no estás plenamente adaptado y que eres un freno para los demás (aunque ellos realmente estén encantados/as de cambiar al inglés por ti).
Adicionalmente hay otro factor por el que tiene ciertas ventajas contratar a un Community expatriado y es el hecho de que tienen un nivel de energía parecido a otros expats. Los locales siempre tienen más amistades fuera del espacio, familia y compromisos que un expat y sobretodo que un nómada digital. Los niveles de energía son otra historia, el nómada digital normalmente quiere verlo todo en una o dos semanas, mientras que el expat suele tener un agenda bastante apretada mientras que está menos disponible suele ser el público local que estará totalmente conectado a nivel local con otros locales: tener personal expat hace que estén buscando un nivel de interacción con la comunidad similar al de la misma comunidad o sea que es algo particularmente recomendable si en tu comunidad hay muchos expats.
El nivel de eventos de Locus, confirma su orientación y la composición de su comunidad: "tenemos unos once eventos por semana, nos cuenta Eva, muchos de ellos son pequeños como el Coffee break de 30 min de los martes." El miércoles, en el Community lunch, van a comer a distintos restaurantes cercanos, el Beer Friday una vez al mes, la Pub Night, un retreat anual en un cottage con actividades,... la lista parece interminable.
"Muchas de las actividades han surgido de los miembros, y nosotros sólo les damos soporte para que las organicen, continua Eva, como las sesiones de yoga o los involucramos en la noche de cine". Lo cierto es que este espacio marca todo los checks en lo que a integración en una comunidad y no se me ocurre mejor lugar en el que caer si llegas a Praga.
Sin embargo, y este no es un pero de aquellos que invalidan todo lo anterior, hice una pregunta que creo es clave: ¿Donde ves a Locus en 5 años? "Creo que el espacio que tenemos contribuye mucho a la atmósfera que se crea en el coworking y aunque sus dimensiones nos limitan es complicado cambiar." Mathias nos cuenta que Locus había tenido dos ubicaciones previamente y que finalmente se cerró una de ellas y se quedaron en el actual espacio. Su mirada me transmitía comprensión: el espacio es importante y para dar (su primer salto) Mathias quiere estar seguro al 100% y entiende lo importante que es el espacio, cosa he visto ignorar por muchos fundadores de este tipo de espacios en distintos países.
"Queremos crecer un poco. El espacio tiene 45 posiciones y eso, cómo te decía, nos limita. De momento lo que está en nuestros planes es trabajar para atraer nómadas digitales a la República Checa. Creemos que cambiar de modelo y crear uno basado en oficinas no sería beneficioso para nuestros miembros actuales y queremos ser fieles a nosotros mismos." En este proyecto Mathias no está sólo ya que tanto su experiencia en turismo como la de la propia Eva se suman para crear una experiencia pensada que combina en un mes el trabajo en Locus con dos semanas en un cottage en el campo lleno de actividades y tiempo para trabajo de calidad.
¿Qué le depara el futuro a Locus? El espacio actual de 45 posiciones es la casa de 80 profesionales que en su mayoría optan por el una mesa dedicada o por la membresía de siete días al mes (mucho más popular que pre-pandemia). Lo cierto es que llegado el momento será un reto mezclar su público actual con otro muy distinto si deciden ir por el camino que tantos otros han recorrido previamente pero la experiencia de Mathias como usuario hace que sea plenamente consciente de ello ya que al fin y al cabo lo que está haciendo es gestionar un espacio para un usuario que es como el fue. Depende de como evolucione la situación en Europa los próximos meses podemos entrever un aumento del uso de las posiciones de mesas dedicadas o todo lo contrario: que se opte por tarifas más flexibles combinando con trabajo desde casa para mantener los costes controlados a la vez que nos se renuncia a la interacción social. Pero el salto de verdad será cuando a Mathias le toque decidir sobre como hacer crecer su espacio más allá de las cuatro paredes actuales.
Yo tengo claro que le depara el futuro a Locus: con un propietario comprometido, enfocado y reflexivo dará los pasos necesarios para que Locus crezca a su ritmo sin volver la espalda a quienes hacen que Locus sea lo que hoy es. Y todo esto lo conseguirá de la mano de Eva, la sonrisa que te recibe cuando pones un pie en Locus, ya que para ambos el deseo simplemente es que Locus sea el espacio en el que las personas que llegan de fuera o las que quieren iniciar un proyecto vayan porque es el lugar "al que tienes que ir: porque sea el lugar donde las oportunidades se conviertan en realidades".
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