WeDo: conectando sectores tecnológicos en Chile
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La relación de Miwa Uehara con el coworking está muy ligada a la infancia que vivió en su Okinawa natal*. “Crecí en un entorno en el que había japoneses, latinos (nikkei de tercera generación que habían vuelto a la isla), familias que siempre habían permanecido en Okinawa y norteamericanos (de EEUU). Yo vi esta diversidad pero cada grupo funcionaba sin mezclarse demasiado con los otros y yo pensaba: ¿por qué no aprendemos los unos de los otros?”.
Todo esto sin duda marcó a Miwa porque ha hecho de su misión personal conectar a las personas y ayudarlas a aprender en conjunto.
“Lo practico desde mi coworking y desde mi empresa de edutech”.
El cowork que Miwa co-fundó con su marido Javier Ramirez en Rancagua {capital del la región de O’Higgins y a 87 km al sur de Santiago} es WeDo. Hace 15 años, cuando Miwa llegó a Rancagua, “la ciudad era muy fome, era una ciudad agrícola y minera, con una importante cultura vitivinícola y con iniciativas turísticas interesantes en la región”. Miwa vio en el cowork una oportunidad de poder conectar a personas con otras personas y de llevar la innovación a una región fuertemente anclada en la tradición.
“En 2016 abrimos nuestro primer espacio de 150m2, uno de los primeros de la región y en 2020 abrimos, justo una semana antes de la pandemia, nuestra segunda sede de 500m2 todo financiado con capital privado”. Este espacio que Miwa describe como “un espacio para que emprendedores y empresas se unan” es en realidad el espacio de trabajo flexible más grande de la región: “la Cumbre Latinomericana de Coworking de Valparaiso organizada por Chile Cowork fue decisiva para nosotros porque nos dimos cuenta de que para crecer teníamos que hacerlo creando oficinas privadas”. Y lo cierto es que como parte integrante de los speakers que dieron forma al contenido de esa conferencia tengo que reconocer que sentí cierto orgullo por las palabras de Miwa, sabiendo que, de alguna manera, había ayudado a alguien a hacer crecer su proyecto.
Hoy, en WeDo, puedes encontrar distintas personas y proyectos que aportan valor al ecosistema de la región. Puedes encontrar, por ejemplo, la sede chilena de The Yield Lab una aceleradora de proyectos agro que opera en todo en continente americano, Asia Pacífico y Europa.
Creo que en el caso de Miwa el coworking sin duda es importante pero WeDo no deja de ser el telón de fondo para poder desarrollar otros proyectos como el de Emprendedoras Empoderadas (EMP) del que en el próximo mes de junio iniciaran su sexta edición. Este proyecto tiene como foco dar soporte al emprendimiento femenino que se encuentra en sus primeras fases de desarrollo. Además, es la primera iniciativa de estas características en la región y recibe el soporto de Corfo y de diversas universidades. En las dos pasadas ediciones tuvieron cien participantes en cada una. En la sexta edición incorporarán un segundo programa que va dirigido a mujeres con proyectos que tengan una envergadura mayor para poder continuar acompañando a las emprendedoras en su camino.
El COVID-19 llegó a Rancagua en un momento delicado: WeDo estaba inaugurando su segunda sede. “Tuvimos que cerrar mucho tiempo en la fase 1 y pasamos todas las iniciativas a digital. En este periodo también aumentaron mucho las oficinas virtuales”.
“Cuando empezamos éramos muy inexpertos pero ahora nos hemos vinculado a muchos actores importantes. Durante el COVID-19 volvimos a la cueva {se sincera Miwa} nos replanteamos muchas cosas: pausamos y redefinimos nuestros objetivos para poder llegar más fácilmente donde queremos ir. Cuando volvimos lo hicimos en gran medida con un nuevo equipo más alineado con la linea el nuevo WeDo y con una nueva linea comunicacional”.
La pregunta que nadie le ha hecho a Miwa es: ¿por qué estás haciendo lo que estás haciendo? Y su respuesta, según ella es un tanto egoísta. “Como co-fundadora de un espacio veo el coworking como un medio para cumplir mi rol en la vida y mi norte es aportar al bien común y lo hago desde el cowork o desde mi proyecto de edu-tech”.
Y yo pensé… ojalá este tipo de egoísmo estuviera más extendido.
*Okinawa era un reino independiente hasta 1609 que se convirtió en reino vasallo del Dominio de Satsuma (también era un estado tributario de China condición necesaria para poder comerciar con esa nación). En 1879 Japón se anexionó el archipiélago y depuso a su monarquía. El 26 de marzo de 1945 se inició la Batalla de Okinawa que duraría 82 días y que cambiarían el curso de la historia de la isla que hasta 1972 estuvo bajo la administración del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
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Feliz Coworking!